El acto central fue en la plaza Lafinur, la primera manzana que tuvo la ciudad en el 1856 cuando fue fundada. El festejo estuvo encabezado por el intendente Maximiliano Frontera, el gobernador Alberto Rodríguez Saá, el vicegobernador Eduardo Mones Ruiz, integrantes del gabinete municipal, legisladores provinciales y nacionales, y demás representantes de las fuerzas vivas locales.

Frontera y Rodríguez Saá fueron los encargados de hacer la ofrenda a Juan Crisóstomo Lafinur, descubrieron una placa conmemorativa y acompañaron la plantación de un nuevo algarrobo, como aquel árbol que engalanaba el espacio en sus primeros años como ciudad.

“Felicito al intendente y a los vecinos porque volvimos a esta celebración. Hay que repetir la historia, los homenajes a las mujeres y los hombres que todos los días construyen a  Villa Mercedes. Nació posta, nació fortín y siempre luchando contra la adversidad”, expresó el gobernador.

Otra de las oradoras del acto fue la maestra rural Tatá Evangelista quien repasó la historia de la ciudad, mientras los aviones A4 AR coronaron en cielo villamercedino.

Previamente, el intendente Frontera participó del Tedeum, que fue oficiado por el obispo Gabriel Barba en la parroquia “Nuestra Señora de la Merced”.