A pesar del mal clima y la lluvia, seguimos recorriendo la ciudad para analizar la calidad del agua potable en diferentes barrios. Por día, tomamos muestras en un promedio de veinte puntos representativos de la red, las analizamos con los equipos móvilos y luego también las llevamos al laboratorio.
Nuestros especialitas realizan estudios para comprobar que se cumplan los valores que establece el Código Alimentario Argentino, en los aspectos fisicoquímicos (como la turbidez y el PH, entre otros) y en los microbiológicos, como la presencia del cloro residual. 
Este útlimo componente es muy importante porque evita el crecimiento de microorganismos que puedan resultar nocivos para la salud.
Todos estos chequeos diarios permiten garantizar que el agua de Villa Mercedes es segura y apta para consumo.
911 | Policía